El sector hotelero se enfrenta constantemente a nuevos retos: formas de viajar que evolucionan, mayores exigencias por parte de los clientes o una necesidad de adaptarse con rapidez a tecnologías de desarrollo imparable. Pero si hay un aspecto en el que cada vez se incide con más ahínco es el de la sostenibilidad.
La preocupación por la protección del medio ambiente alcanza a todos los sectores productivos, y el hotelero no es ajeno a ello. Ya no solo por la imperiosa necesidad de adoptar medidas que favorezcan la protección del medio ambiente, sino por las propias demandas de los viajeros en ese sentido.
Frente a esas exigencias, muchas empresas hoteleras llevan tiempo modernizando todo lo relacionado con su funcionamiento. Y en ese camino, los avances técnicos son una herramienta esencial. Avances como aparatos de medición de caudal para controlar y optimizar el consumo de agua. Esta y otras soluciones energéticas se pueden conocer en compañías como Endress and Hauser España.
Industria hotelera y medio ambiente, un binomio posible
Según el último informe sobre turismo sostenible, un 76% de los viajeros españoles piensa en elegir en algún momento establecimientos respetuosos con el medio ambiente y un 77% considera que las empresas hoteleras deberían ofrecer opciones más sostenibles. Y son porcentajes que crecen año tras año.
Ante este panorama, no queda más alternativa que responder con compromisos, y especialmente con acciones, en beneficio de la protección medioambiental. Así, la sostenibilidad se ha convertido en una de las grandes tendencias de la industria hotelera en los últimos tiempos.
¿Cómo se está produciendo ese cambio de mentalidad y cómo se están desarrollando estrategias sostenibles? El abanico de acciones es muy amplio. Lo es tanto a gran escala como en lo que se refiere a detalles a priori con poca importancia, pero cuyos efectos acumulativos sí son significativos.
Por una parte, son muchas las cadenas y establecimientos que han implementado planes para incidir en el reciclaje. Reciclaje que va más mucho allá de papel, plástico o vidrios y alcanza objetos y productos tan variopintos como aceites, toners, jabones y hasta corchos de vino.
Otra cuestión importante en ese compromiso con la protección del medio ambiente es el ahorro de recursos. En el caso de la energía, las acciones pasan ya, en muchos casos, por la medición de la huella de carbono para implementar medidas correctoras, relacionadas sobre todo con el mayor aprovechamiento de energías renovables.
La otra vertiente de ahorro estaría relacionada con un bien cada vez más escaso: el agua. Por esa razón, se promueve un uso responsable tanto entre los trabajadores de los establecimientos como entre los propios clientes. Y, además, se implementan medias de control, como los mencionados caudalímetros.
Otras medidas de menor alcance, pero igual de importantes
Junto a estas acciones complejas, muchos hoteles desarrollan desde hace tiempo otras de menor alcance, pero igualmente importantes: cestas de reciclaje en las habitaciones, duchas de bajo consumo o dispensadores de productos de higiene rellenables. Son pequeños gestos que también tienen un impacto positivo.
Tomar medidas para favorecer la sostenibilidad se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de la industria hotelera. Una industria, no olvidemos, que consume grandes recursos y que es parte imprescindible de la economía de muchos países. Pero una industria, al fin y al cabo, que está sujeta a las demandas de unos clientes cada vez más concienciados con el medio ambiente que no dudan en buscar hoteles que socialmente responsables.
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