Contenido
El hotel El Palace Barcelona, que este año celebra su centenario, forma parte de un reducido y selecto núcleo de establecimientos hoteleros con aura mítica.
El Palace cumple 100 años siendo considerado uno de los mejores hoteles de Europa. Edificado en 1919 por el arquitecto modernista Eduard Ferrés i Puig, el hotel fue fundado por el político Francesc Cambó que, con ayuda del rey Alfonso XIII, sedujo al prestigioso hotelero suizo César Ritz para abrir un hotel con su firma en la ciudad.
Sus 100 años de historia, con un nivel de excelencia constante en sus instalaciones, le han proporcionado las máximas certificaciones hoteleras internacionales. Aunque sus inicios fueron algo complicados.
La inauguración oficial, que estaba prevista para el 22 de octubre de 1919, se pospuso debido a un acto de sabotaje en las tuberías del hotel y a una huelga del personal de cocina, hechos que se sumaron a la huelga general que imperaba en la ciudad. A pesar de una apertura accidentada –Barcelona por aquel entonces era una ciudad inestable-, el hotel supo recomponerse y pronto su fama y prestigio fueron en aumento.
Un enclave histórico del lujo barcelonés
El hotel ha vivido infinidad de episodios ligados a la historia de Barcelona: desde ser un aclamado lugar para la celebración de banquetes, hasta alojar a distintas monarquías y sectores de la sociedad, como la burguesía y las clases políticas y culturales, convirtiéndolo en un símbolo de la hostelería de la ciudad. Durante la Guerra Civil se habilitó como comedor social, refugio antiaéreo y hospital de sangre para dar servicio y apoyo a toda la ciudadanía.
Un hito importante, que marcó un antes y un después en la vida del hotel, fue la Exposición Internacional de 1929. Ese año, el hotel acogió numerosas visitas oficiales. Tras el éxito de acogida, la dirección decidió ampliar el establecimiento con 60 habitaciones más, hasta disponer de un total de 250 habitaciones.
Los años 30 estuvieron marcados por la Guerra Civil y sus consecuencias. El hotel sufrió grandes dificultades y restricciones. Pero en 1939, la dirección fue asumida por Ramón Tarragó, quien, rodeado de un equipo de excelentes profesionales, supo recuperar el esplendor de antaño.
En los años 40, en la inmediata posguerra, el Ritz sirvió de refugio a la clase alta barcelonesa y a la nueva élite española. En 1942, el violinista francés Bernard Hilda protagonizó un capítulo histórico que salvó la vida a muchos judíos gracias a su red de influencias forjada en los animados salones del hotel. Durante esa década, la familia Muñoz Ramonet –dedicada al sector textil- se hizo con la propiedad del hotel.
El hotel de las estrellas
Entre 1950 y 1970, los grandes actores y actrices de Hollywood pasaron por el hotel, que fue escenario de incontables anécdotas, como la protagonizada por Sofía Loren quien revolucionó la Gran Vía a su llegada.
O Frank Sinatra, que mantiene el récord de la estancia más corta cuando recaló en el hotel tras una avería en su avión. No había habitaciones disponibles y ante su insistencia le habilitaron la 108 y 110 (la actual The Art Suite Salvador Dalí) con camas supletorias para su séquito. Mientras esperaban y al borde de medianoche pidieron una paella. Al terminarla, el avión estaba ya reparado y listo para salir.
Desde los 90, consagrado al cine y las artes
Desde finales del siglo XX, el hotel se ha convertido en el hogar elegido por artistas de diversas disciplinas. Cantantes como María Callas, Plácido Domingo o Josephine Baker; músicos como Xavier Cugat o el Rolling Stone Ronnie Wood; actores como Woody Allen o Harrison Ford, escultores como Eduardo Chillida y escritores como Lajos Zilahi, Jacinto Benavente, Josep Pla o Carlos Ruiz Zafón; además de políticos, monarcas, líderes espirituales y hombres de ciencia de renombre internacional.
Mención especial merece el artista Salvador Dalí, quién hizo del hotel su casa y ordenó subir un espectacular caballo blanco disecado, regalo de aniversario para Gala.
En 2017, el Palace emprende una ambiciosa reforma integral destinada a potenciar los espacios y mejorar sus instalaciones, entre las que destacan la terraza bajo el nombre de Jardín Diana, y las The Art Suites dedicadas a sus personajes más ilustres.
100 años compartiendo presente y futuro
Con un claro objetivo de compromiso con la ciudad de Barcelona, el Palace afronta su futuro fomentando los servicios de apertura a la ciudadanía, como las propuestas gastronómicas de calidad, los conciertos de música, los eventos públicos y el apoyo a las instituciones del arte y la cultura como El Liceu.
Su implicación y vinculación con el movimiento cultural de la ciudad es algo que caracteriza al hotel desde siempre. El Palace ha crecido ligado a la ebullición artística tan característica de Barcelona. En sus orígenes, acogiendo reuniones de artistas y personalidades, y durante años sirviendo de escenario a actores, músicos y artistas. Esa inquietud cultural forma parte de su ADN.
Desde su inauguración, el hotel El Palace se ha convertido en un símbolo de tradición hotelera en Barcelona y un ejemplo de constante innovación y adaptación a los nuevos tiempos. En 2019, el hotel El Palace celebra su centenario mirando al futuro y reinventando la tradición con un programa de diferentes acciones, pensadas tanto para el público local como para los clientes, que tendrán lugar durante los próximos meses. Entre ellas, destacan la creación de un libro de fotografías acompañado de una exposición y un concierto –coincidiendo con su fecha oficial de apertura- para conmemorar la apertura del establecimiento.
A tal fin, el hotel hace un llamamiento ciudadano a compartir imágenes de las vivencias, experiencias y sensaciones acontecidas en sus salones, habitaciones, jardines y demás espacios que alimentan la memoria histórica desde 1919.
En definitiva, El Palace dedica este año a celebrar y a compartir experiencias con barceloneses y visitantes para seguir escribiendo su historia.
