El turismo rural se ha consolidado en España como una de las alternativas vacacionales preferidas. El pelotazo de este sector se ha dado hace ya algunos años, sin embargo, lo que para muchos era flor de un día o una moda pasajera, no para de fortalecerse apoyándose en unos números que lo respaldan como una forma de ocio consistente.
¿Por qué se ha asentado el turismo rural con tanto éxito?
Hay varios factores que han convertido el turismo rural en una opción muy apetitosa para pasar las vacaciones. En primer lugar el estilo de vida ha cambiado de manera radical en los últimos años: hace no tanto tiempo, España tenía un amplio porcentaje de su población viviendo en entornos rurales. Pero con el paso de las décadas, esa situación comenzó a cambiar paulatinamente y cada vez más gente se fue desplazando a los núcleos urbanos para ocupar las posiciones laborales acordes con los tiempos que iban transcurriendo.
La vida en la ciudad generalmente es más estresante que en el campo. En tiempos más recientes, los niveles de estrés se han vuelto cada vez más acentuados, ya que con la evolución de las nuevas tecnologías, el estilo de vida se ha desarrollado hacia un área donde los límites laborales y de la vida privada se han difuminado.
Con los dispositivos digitales muchas personas se mantienen conectadas a sus obligaciones laborales de manera perenne. Consultar el correo electrónico, acordar una reunión… a cualquier hora y cualquier día de la semana podemos reengancharnos al trabajo. A todo esto tenemos que sumarle los entornos de trabajo como oficinas, despachos, e incluso en algunos casos aeropuertos y aviones que invitan a cualquier cosa menos a relajarse.
Alejarse del estrés…
Con esta situación la gente busca la manera de alejarse de este agobio y conexión constante, en parajes naturales y relajantes para compensar el ritmo frenético de nuestro día a día. Las casas de turismo rural y los hoteles en entornos naturales y alejados de las aglomeraciones no dejan de crecer en número. Incluso, muchas provincias españolas han encontrado en esta opción un motor para reanimar la economía de sus localidades.
Las oficinas de turismo de todo el país se llenan con folletos y catálogos que informan de la oferta en este sentido. Por supuesto, basta con darse una vuelta por internet para encontrar también multitud de alojamientos de esta naturaleza. Las principales páginas web de alojamiento en general empiezan a ofertar servicios específicos para los amantes del descanso alejados de las grandes urbes.
Un turismo muy nutrido de viajeros españoles
El turismo rural, aunque gana adeptos entre los extranjeros, sigue nutriéndose mayoritariamente de viajeros españoles. Por comunidades autónomas y según datos de 2017, la que tiene una mayor oferta es con gran diferencia Castilla y León que alcanza los 3.500 alojamientos. Le siguen a gran distancia Andalucía y Cataluña que apenas superan los 2.000 alojamientos. El top 5 lo completan Castilla-La Mancha y Asturias, ambas rondando los 1.500 complejos de hospedaje.
Como comentábamos anteriormente, son los turistas nacionales los que impulsan el funcionamiento de este sector turístico, no obstante, los extranjeros toman poco a poco más protagonismo. Incluso en algunos casos, deciden apoyándose en unos números en ambientes rurales para rehabilitarlos y darles uso generalmente relacionado con alguna rama del turismo en entornos naturales.
