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Vivir una experiencia inolvidable ya no es el único propósito con el que los viajeros eligen un destino wellness, sino que pretenden ir más allá y sentir que vuelven transformados de su viaje, es decir, que este les haga crecer y alcanzar un equilibrio personal. A esta conclusión ha llegado el Global Wellness Institute en su segundo simposio anual “The Wellness Showcase: Las tendencias wellness en experiencias y viajes 2018” en el Arabian Travel Market celebrado en Dubái.
Las conversaciones se han centrado principalmente en las tendencias emergentes que están transformando el terreno de los viajes wellness, predominando siete principales:
Actividades integradas en una misma temática
La idea es alejarse un poco del tradicional enfoque fragmentado de clases y tratamientos a una serie de experiencias del bienestar que estén interconectadas. Se podría decir que lo que el turista busca es un bienestar temático, en el que cada actividad se convierta en un capítulo distinto del viaje. Por ejemplo, la cadena Six Senses está construyendo los primeros circuitos wellness en varias propiedades de la marca hotelera, como Six Senses Bhutan, en el que las personas recorren cinco refugios distintos, cada uno de ellos basado en el índice de Felicidad Nacional Bruta de Bután.
Cultura y bienestar
La cultura está directamente relacionada con las emociones y las sensaciones, piezas clave del wellness, por lo que resulta conveniente mezclar este turismo con el arte, la música y la literatura. Por ejemplo, en el rediseñado Peninsula Hot Springs de Australia la gente podrá presenciar conciertos, obras de teatro y charlas mientras flota en las aguas termales.
Bienestar médico
Cada vez hay más destinos de bienestar médico dedicados a ofrecer mapas de ruta para el cuidado de la piel, la salud, el estado físico o dietas saludables. Es el caso del spa Cal-a-Vie de California, que utiliza la plataforma Wellness FX para evaluar la salud cardiovascular, metabólica, hormonal y nutricional y ofrecer un plan de bienestar personalizado.
Salud mental, no solo física
Hasta ahora los destinos wellness se habían centrado en buena medida en el bienestar y salud físicas, pero las últimas tendencias marcan la importancia de la salud mental y la «optimización» del cerebro. En algunos destinos se utilizan incluso tecnologías de vanguardia de neuromodulación cerebral para conseguir reducir el estrés y centrarse.
Entrenamientos extremos
Los nuevos viajeros wellness no buscan solamente holgazanear en una playa o practicar un suave yoga, sino que quieren enfrentarse a desafíos que consigan transformar su viaje. Una actividad que se mencionó en el evento fue la de los programas de meditación y respiración para desafiar el hielo extremo y dominar de esta manera los sistemas inmunológicos.
Viajar para conseguir felicidad
Los viajes por lo general brindan felicidad, pero esta vez este concepto va más allá con la nueva ciencia de la felicidad, que analiza los motivos por los cuales se es más o menos feliz. La programación de la felicidad de los destinos wellness estaría basada en potenciar la conexión social y la desconexión tecnológica, así como en pequeños detalles como menús con alimentos que aumenten la serotonina o juegos que trasladen al huésped a su infancia. La felicidad puede suponer una marca turística fuerte en un país, puesto que en las naciones más felices es donde más fuerza tienen las filosofías del bienestar.
Feminismo y bienestar
En esta cuarta ola de feminismo, más destinos y compañías de turismo se están enfocando en aventuras y retiros para mujeres. Basados en el empoderamiento de la mujer, se está dando un boom en viajes de aventura junto a retiros de sanación emocional. La vinculación femenina y la sororidad son dos objetivos muy presentes en este tipo de destinos, que también impulsan aquellas actividades que promuevan la igualdad de género.
