Aunque Airbnb nunca ha cerrado la puerta a la incorporación de hoteles a su oferta, parece que poco a poco algunas establecimientos han decidido dar el paso y aprovechar la plataforma para mostrar su inventario y disponibilidad. Hoteles y hostales en Denver, Nueva York o Chicago han sido los primeros en incorporarse a Airbnb en Estados Unidos.
La razón detrás de este movimiento es bastante obvia. Los directores de pequeños oteles y hoteles independientes saben que «alquilar» un espacio en plataformas como Expedia y Priceline por lo general les supone una cuota que va del 10 al 25 por ciento. Por el contrario, Airbnb cobra a sus anfitriones una comisión del 3 por ciento por el uso de la plataforma.
«Esta comisión es mucho más atractiva», afirma Stephan Westman, consultor especializado en la industria hotelera. «Para cualquier hotel que necesite llenar las habitaciones, no entiendo por qué no puede utilizar Airbnb utilizarlo como una de sus armas de marketing».
Como se menciona en informe publicado ya en 2013 por Phocuswright, las reservas de habitaciones de hotel realizadas a través de una agencia online representan un 13 por ciento del total. Despuñes de completar las adquisiciones de Hotels.com, Travelocity y Orbitz, Expedia genera más de 5.000 millones de euros al año, mientras que Priceline, propietario de Booking.com y Kayak, llegó a los 8.000 millones de negocio el año pasado.
La expansión de Airbnb es un fenómeno relativamente nuevo que Expedia y Priceline se están tomando muy en serio. Un buen ejemplo es la compra de HomeAway por parte de Expedia. «Creo que es una amenaza que tenemos que vigilar», explicó Marcos Okerstrom, director financiero de Expedia, cuando se le preguntó acerca de si Airbnb es un competidor real para la plataforma. «Debemos tomarnos esta amenaza muy en serio, y creo que, al mismo tiempo, fijamos en lo que está haciendo Airbnb, y considerarlo como una oportunidad potencialmente atractiva para nosotros».
Noticia original: Yahoo Travel.
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