Con números muy interesantes, sólo en 2013, la cifra de nuevos viajeros ha sido de seis millones. Según las cifras aportadas por la empresa, el 75% de los lugares ofrecidos están fuera de Estados Unidos. Encontramos desde casas modestas y cabañas hasta castillos o cobertizos en 175 países. En el último año se han añadido 250.000 lugares nuevos con un total de 550.000.
Según recoge el artículo Essec Business School: ”La compañía se encuentra en avanzadas negociaciones con fondos de capital riesgo para elevar su capital, que podría alcanzar así un valor de mercado de 10.000 millones de dólares (7.267 millones de euros), superior al de las principales marcas hoteleras como Wyndham Worldwide (9.400 millones de dólares, 6.831 millones de euros) o Hyatt Hotels (8.400 millones, 6.104 millones de euros)”.
Según estos datos y el crecimiento del sector, no cabe duda de que hay miedo en el lado de los grandes lobbies. Parece que estos pequeñines se están haciendo mayores y a pesar de que a priori no haya una profesionalización, tienen otras muchas cosas que hacen que sean un player más en la intermediación turística.
Lo modelos p2p son incómodos para las grandes multinacionales independientemente del producto que distribuyan. Si el posicionamiento por parte de la hotelería es de cara a su producto y dan la espalda a los mercados se arriesgan a entrar en una lucha que no les conviene. Como comenta en relación al sector hotelero @fgallardo,»la industria turística no solamente echa zancadillas al libre albedrío, a la libertad de empresa, sino también descubre su faceta más conservadora e inepta para la innovación”.
Las regulaciones y los argumentos en relación a los impuestos ya se van acabando según mercados. En algunos se cargarán impuestos como el caso de San Francisco y otros simplemente se legalizan como en Amsterdam. Queda clara cuál será la forma de actuar de la plataforma en base a la regulación y a la profesionalización de los propietarios. Estos han llegado haciendo ruido y lo van a seguir haciendo, aunque seguro que a los hoteleros no les va a hacer mucha gracia.
Según mi humilde opinión, creo que los hoteleros deberían tomar nota de estos nuevos modelos y dejar de mirarlos desde arriba. Es eso precisamente lo que les hace débiles, ya que Airbnb está junto a los clientes y esa cercanía es algo que les diferencia. Aquí haré una serie de reflexiones que creo que hacen que Airbnb sea tan competitiva como cualquier hotel:
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El ser amateurs les diferencia. De camino a la excelencia no podemos pedirle peras al olmo. Partimos de que no es un profesional el que alquila su casa, pero tampoco lo necesitamos. Tanto las imágenes como las opiniones, nos ayudan a formarnos una imagen de lo que será nuestra experiencia. No solo el alojamiento.
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Luchan por la libertad del ciudadano. Lo que se está creando con esta guerra entre administración, cadenas hoteleras e intermediarios es una cruzada de David contra Goliat. Nuestra tendencia natural es ponernos del lado del pequeño, del más débil. Por lo tanto, no hay que hacer de esto una tragedia, ya que cuentan con el apoyo de la gente por la libertad del ciudadano de hacer lo que quiera con su cuarto de invitados.
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Garantiza la seguridad del turista y del anfitrión. Esta parte también puede ser una debilidad si no está lo suficientemente bien gestionada. Acciones como la verificación de inquilinos, los comentarios, plataforma de pago segura, seguro de hasta 35.000€ y atención al cliente las 24. Estas son medidas para minimizar el riesgo de abrir tu casa a cualquiera.
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Regulaciones. Lo que si está claro es que el panorama debe estar regulado de forma que las normas del juego estén bien claras. El vacío del modelo p2p en alquiler viviendas para cortas estancias debe aclararse y así sabremos a lo que debemos atenernos.
Lo que más me ha sorprendido de esta situación es la reacción del sector hotelero y de algunas administraciones. Comprendo totalmente a todos aquellos que exigen la regulación sobre la lucha desigual entre hotel y el cuarto de invitados. Este tema es delicado, ya que la plataforma argumenta que ellos pagan los impuestos de su parte proporcional y es el anfitrión el que debería responder de su parte, ya que es el que regula su vivienda o su casa en el árbol.
Aún así no me parece muy coherente que haya hoteleros que se sientan amenazados por el sofá del comedor de alguien y basen sus quejas sólo en la reducción de costes (y se excusen y justifiquen solo en la reducción de los costes). Pero… ¿Puede que estén haciendo bien algo que tú no estás haciendo? Creo que lo que deberíamos hacer es mirar a nuestro alrededor y admitir parte de nuestra culpa. Si algo bueno tienen los modelos p2p es que están del lado del cliente y sin embargo a muchos hoteleros les cuesta bajar al suelo entre tantos Revenue y tanto Marketing.
¿Algo que decir al respecto?
Imagen Bebé vía Shutterstock.
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Andrés Romero, andresturiweb.com
Profesional del Marketing Turístico. Especializado en Coordinación de proyectos de Marketing Online.
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